El comienzo de una historia

A mediados del siglo XI, los monjes Benedictinos levantaron el monasterio de San Cucufate en las inmediaciones de la finca. Las actuales viñas, eran en el siglo XI las tierras de cultivo del monasterio.

Los monjes plantaron los primeros majuelos en esta tierra privilegiada para el viñedo, una amplia variedad de árboles frutales, plantas aromáticas, así como su propia huerta.

El Comienzo

Origen

En torno al monasterio fue asentándose una pequeña población que constituyó en su día el pueblo de Monzón. La única construcción que sigue en pie, es la ermita del antiguo pueblo, la cual preside la entrada a la finca  que fue construida con las piedras del original monasterio de San Cucufate, cuando los monjes decidieron trasladarse a Santo Domingo de Silos

Con el paso de los años, el monasterio pasó a llamarse San Cobate. De aquí procede nuestro nombre, San Cobate.

El testigo

Diez siglos después, Antonio Vázquez Muñoz-Calero, emprende en 2016 un ilusionante proyecto en San Cobate con el objetivo de elaborar vinos que respeten al máximo la personalidad de sus parcelas, de sus diferentes suelos, de la variedad de su uva, el Tinto Fino, clásico de la Ribera del Duero, dando un discreto papel a la madera de sus cuidadosamente seleccionadas barricas para que el terroir y la fruta sean los protagonistas de esos vinos.

Elaboración San Cobate
Elaboración

Convencido del respeto por la tierra, la naturaleza y el clima de la región, Antonio Vázquez, con el apoyo incondicional de su familia, ha decidido impulsar los valores que deben distinguir el futuro de la bodega: esfuerzo, dedicación, honestidad, paciencia y rigor. Con esos objetivos, han recuperado los viñedos, han clasificado la finca en cuatro parcelas muy bien diferenciadas, han creado bancales al estilo del “Douro” portugués, y solo elaboran de forma tradicional y sin prisa.